miércoles, abril 28, 2004

El padre y los hijos resultaron asaltantes

Padre e hijos fueron a parar tras las rejas, luego de que golpearon con sendos tubos de metal, botellas y machete a su vecino, para robarle su dinero. La víctima fue trasladada a un centro hospitalario y en cuanto se restableció, decidió denunciar a sus atacantes, aun cuando lo amenazaron de muerte si los acusaba ante las autoridades policiacas.

La brutal agresión sufrida en la persona de Jaime Pérez Hernández, ocurrió el pasado día sábado a las 20:40 horas, al transitar por la avenida Emiliano Zapata, de la colonia con el mismo nombre, en el municipio de Jojutla. Al pasar a un costado de los tres ventajosos, uno de ellos le lanzó a la cabeza una botella de cerveza que lo aturdió de manera momentánea; situación que aprovecharon los sujetos para golpearlo a patadas.

Para el afectado, sus atacantes no le eran desconocidos, puesto que se trataba de sus vecinos: Vicente y Samuel Sánchez Regino, de 24 años y 18 años de edad, respectivamente, así como el padre de ambos: Inocente Sánchez Mauricio, de 43 años de edad; el primero con domicilio en la calle Emiliano Zapata, sin número, manzana 10, de la colonia del mismo nombre, en tanto que los dos últimos tienen su vivienda en la calle Plutarco Elías Calles, lote seis, manzana tres, de la misma colonia.

Sin embargo, otro de los hermanos más que también participó en el ataque se encuentra aún prófugo, siendo éste identificado con el nombre de César Sánchez Regino, quien a decir del afectado, fue quien le aventó la botella a la cabeza, con lo que se inició el asalto en su contra.

Los ladrones lograron despojar a Pérez Hernández de 450 pesos, que portaba en su pantalón, en tanto que con tubo y machete lo sometieron, para después amenazarlo de muerte si los denunciaba con las autoridades policiacas.

Antes de que terminara la golpiza, uno de los agresores de nombre Samuel se acercó a su padre, entregándole una pistola para que terminara con la vida del agraviado. A lo que la víctima se echó a correr como pudo para ponerse a salvo. Ninguno de los disparos logró dañar a Pérez Hernández, pero no así los tubazos y las patadas que recibió en todo el cuerpo. Así como las heridas que le provocaron con el machete en los brazos.

Después de recuperarse, por todo un día en el hospital general Ernesto Meana San Román, el ofendido pidió la intervención de agentes de la Policía Ministerial de la zona Surponiente, los cuales el día de ayer lograron finalmente la aprehensión de los atacantes, justo en el momento en que disfrutaban de bebidas alcohólicas en las afueras de sus domicilios.

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