Se va García Aragón del Zacatepec:--------------------------------------------------------------------------------

YAUTEPEC, MOR. Miguel Angel García Aragón renunciará a la dirección técnica de los Cañeritos del Zacatepec el lunes, antes de empezar el entrenamiento de la escuadra, con miras a la segunda ronda de finales del certamen de Apertura de la tercera división, sin embargo, aún existe la esperanza de que tanto los directivos como el propio entrenador recapaciten, dado que es el momento en que más se requiere de la unión de todos los que conforman el plantel, puesto que se tienen posibilidades de lograr el título, tomando en cuenta que el equipo está funcionando adecuadamente y que se requiere que los que están en la organización se tranquilicen, que tomen las cosas con calma y que se sume y no que se reste porque se puede pagar con el despertar del sueño en el que se encuentran, y jugando bien.
García Aragón, quien iniciara en el llano, de ahí pasara a los Alacranes del Puente de Ixtla de la tercera división; de ahí al Galicia de Cuernavaca de la segunda B, y posteriormente con los Cañeros del Zacatepec de la segunda nacional, además de que también jugó en el extranjero, fue el entrenador de los Cañeritos del Zacatepec de la tercera división, a los que llevó a las finales en su primera temporada como profesional y estuvo hasta el miércoles, cuando la escuadra ganó al Deportivo Tultitlán 3-1, en el estadio del ingenio, en el juego de ida de la primera ronda de la fiesta por el título, pero ya no viajó para el cotejo de revancha, y el lunes se presentará para darle las gracias a los directivos y jugadores.
Se espera que ese día, Agustín Miranda, directivo de los Cañeritos del Zacatepec, hable con el timonel, con la finalidad de que se llegue a un arreglo y que se termine la temporada, puesto que ya se está dentro de los mejores 32 de todo el circuito y no se enfrentará a los mejores, tomando en cuenta que en el evento regular se obtuvieron 36 guarismos, y algunos que tenían mejor posición ya fueron mandados a casa, sin poder librar la ronda de arranque.