jueves, septiembre 30, 2004

Rinden homenaje luctuoso al general Celerino Manzanares




Tlaquiltenango.- Autoridades municipales y población en general participaron en una ceremonia, para conmemorar el 72 aniversario luctuoso del general zapatista Celerino Manzanares, la tarde del lunes.
Dicha ceremonia se realizó en el monumento erigido en memoria del general, en la colonia del mismo nombre, en la que las autoridades municipales montaron una guardia de honor y depositaron una ofrenda floral.
Más tarde, los asistentes se dirigieron a la ayudantía municipal, para escuchar parte de la historia de este célebre personaje.
Asimismo, la mañana de ayer, la primaria Celerino Manzanares fue anfitriona del desfile conmemorativo por las principales calles, en el que participaron todas las escuelas primarias del municipio. Además, se presentaron números de poesía y bailables.
De acuerdo con el cronista municipal, Agur Arredondo Torres, Celerino Manzanares Gómez nació en Tlaquiltenango el 13 de febrero de 1892.
Ingresó a la revolución el 20 de marzo de 1911, bajo las órdenes del general Lorenzo Vázquez. Le apodaban “El Loco”, tal vez porque nació en febrero, o por sus arranques de valentía y acciones fuera de lo común.
Tal era su carácter, que ni al mismo Emiliano Zapata le perdonaba sus bromas pesadas.
El viernes 5 de abril de 1912, con grado de coronel, Manzanares asiste a una junta convocada por Zapata en Ajuchitlán. Allí recibió instrucciones de atacar Jojutla, al día siguiente.
Al terminar la revolución, en 1920, se incorpora al Ejército Nacional con el grado de general brigadier, del cual es dado de bajo después, por haber asesinado a otro militar en la ciudad de Cuernavaca. Es recluido por esta causa en la prisión militar de Santiago Tlaltelolco, de la ciudad de México.
Por el año de 1929 Manzanares es liberado de prisión por unos compadres árabes, llega entonces a San Nicolás Obispo (hoy Galeana, municipio de Zacatepec) en compañía de su hija Inés. Es recibido en la casa de don Wenceslao Carrillo, padre de la zapatista Esperanza Carrillo.
Los últimos días de agosto de 1932, cae finalmente en cama y después de un mes de convalecencia, muere el 27 de septiembre de ese mismo año en Galeana, municipio de Zacatepec.
Los restos del general Celerino Manzanares Gómez descansan en la ermita, que está en el ángulo noreste del atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán de este lugar.
En su memoria, una colonia y una escuela de Tlaquiltenango, así como una calle, en Galeana, llevan su nombre.

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