miércoles, septiembre 22, 2004

Denuncian vecinos un presunto expendio clandestino de bebidas alcohólicas



Tlaltizapán.- Vecinos de la calle Independencia del centro de este municipio, solicitaron urgentemente la intervención de las autoridades municipales, para impedir y sancionar a los dueños de una casa en donde aseguran, se vende cervezas a menores de edad, ocasionando con lo anterior disturbios, escándalos y riñas en la calle mencionada.
A través de un escrito dirigido al síndico procurador de este municipio, Juan Ramírez Peralta, vecinos de la calle Independencia solicitaron apoyo para clausurar un negocio ubicado en la misma calle con número 75, en donde se vende cerveza a menores de edad, que son estudiantes del Colegio de Bachilleres y de la escuela secundaria cercanas.
Por otro lado, los avecindados dijeron a este medio de comunicación, que desde hace aproximadamente dos años, la casa habitación con número 75 de la calle Independencia, “disfrazada de tienda, vende alcohol a menores de edad hasta altas horas de la madrugada”.
Señalaron que “el lugar es paso de los estudiantes que al salir de la escuela, a diario pasan a comprar cerveza que ingieren en el mismo lugar, pera ya borrachos ocasionan escándalos, se escuchan palabras altisonantes, usan la calle como baño público y se pelean”.
Por lo anterior, enfatizaron en la necesidad de que las autoridades municipales sancionen a los dueños del lugar y les prohiban continuar con el negocio.
Al acudir al lugar al número 75 de la calle mencionada, Antonio Zúñiga Tinoco comentó, “yo soy quien está a cargo del negocio y efectivamente se vende cerveza únicamente, pero no a menores de edad”.
Señaló que cuenta con un permiso que fue tramitado por la misma cervecería que le provee la mercancía que vende, “vendemos desde noviembre y tenemos un permiso, por eso no escondo las cajas de cerveza ni tengo cerrado el lugar. El horario de ventas es el permitido de 8 a 21 horas y no hay pleitos ni escándalos”.
Expresó que recientemente unos jóvenes tuvieron una pelea en la calle, pero que no salieron de ahí, “se trata de problemas de muchachos que ya tenían y afuera se pelearon. Fue una coincidencia, porque igual lo hubieran hecho en otra calle”.
Finalmente y mostrando una incapacidad médica dijo, “yo estoy incapacitado para trabajar, me diagnosticaron una enfermedad mental y por eso decidí vender en mi casa cerveza y refrescos, pero no creo estarle haciendo ningún mal a nadie. Lo que sucede es que las personas que me atacan tienen problemas personales conmigo, inclusive estoy considerando demandar por difamación, porque aseguran que vendo droga y que la consumo. No soy drogadicto, estoy enfermo”.

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