miércoles, mayo 05, 2004

Los ministeriales le temen a la Ministerial

La detención de dos agentes de la Policía Ministerial (PM) adscritos al Grupo Puente de Ixtla, acusados por el delito de lesiones, robo y abuso de autoridad, dejó al descubierto una serie de deficiencias en ésta corporación; así, como la ya conocida "complicidad" de algunos mandos policiacos con la delincuencia.

Y es que lejos de lo que sería, una presentación ante los medios de comunicación de los agentes Ricardo Rodríguez Bahena y Carlos Martínez Alvarado, para dar a conocer que la Procuraduría General de Justicia en Morelos (PGJE) “no se detiene para combatir la corrupción y la impunidad”, a decir de las declaraciones del propio encargado de despacho de la PGJE, que junto con el encargado de la Policía Ministerial dieron una rueda de prensa. Posteriormente los agentes aprehendidos, denunciaron ante las cámaras y grabadoras de los representantes de los medios informativos, ser objeto de las mismas “mañas” de las que se vale la Policía Ministerial para fabricar delincuentes; así como otra serie de irregularidades; tales como la falta de armamento para enfrentar a la delincuencia y la protección del hampa, por parte de la misma autoridad policiaca, entre otras.

Tras la conferencia de prensa de los dos funcionarios estatales, los agentes acusados señalaron, que “era importante que los medios se enteraran de todo”; pero antes de que pudieran hablar, fueron introducidos por otros agentes ministeriales a la oficina de la Dirección Operativa de la Policía Ministerial. Después de 10 minutos fueron expuestos a los medios de comunicación.

Pero una vez que estuvieron frente a las cámaras, Ricardo Bahena relató, que el pasado domingo por la madrugada, acudió junto con el encargado de su grupo, Martínez Alvarado a realizar la aprehensión de los sospechosos de distribuir drogas: Antonio Flores Sánchez y José Luis Chavarría González -quienes son sus denunciantes-, realizándose la detonación de un arma por parte de uno de los presuntos.

Ante el alboroto que se armó, una mujer de nombre Maria Luisa “N”, que fue señalada por los agentes acusados como propietaria del hotel "Tamay" que se ubica en el poblado de Tequesquitengo, llegó al lugar, y les dijo que uno de los detenidos era su hijo, así como advirtió que el hecho lo haría del conocimiento de un agente ministerial que era su amigo. Además de que les ofrecieron 30 mil pesos, para que pasaran por alto el hecho.

No obstante, los agentes acusados comentaron que trasladaron a los dos sospechosos de distribución de drogas a las instalaciones policiacas, pero no se les permitió dar trámite a la tarjeta informativa, y luego se les informó de su situación legal, puesto que los sujetos que habían aprehendido los acusaron de haberlos golpeado y amenazado durante el trayecto.

Sin embargo, el encargado de la Procuraduría, comentó que los dos agentes trataron de darse a la fuga, y que serán dados de baja de la institución; además de iniciárseles una averiguación previa como responsables del delito de lesiones, robo y abuso de autoridad.

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