lunes, mayo 24, 2004

Se deslindan grupos jaramillistas de bombazos ocurridos en Civac

HUGO BARBERI RICO

TLAQUILTENANGO, MOR. Líderes y organizaciones jaramillistas del estado y de la región, negaron estar relacionados con el estallido de tres bombas en diversas sucursales bancarias de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac), hechos que se suscitaron durante los primeros minutos de ayer.
Al término de la ceremonia en donde se conmemoró el 42 aniversario del asesinato de Rubén Jaramillo Ménez y de su familia por fuerzas paramilitares durante el sexenio de Adolfo López Mateos, los ex guerrilleros jaramillistas, Félix Serdán Nájera, mayor honorario del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y Cirilo García Velázquez, general del ejército jaramillista, se deslindaron de los estallidos que causaron pérdidas materiales en tres bancos de Cuernavaca.
Los ex guerrilleros manifestaron que estos hechos son parte de la inconformidad popular; sin embargo, Serdán Nájera precisó que el pueblo, a pesar de estar molesto, siempre ha dado la cara y muestra de ello fue la concentración en Jojutla y la marcha mitin hacia Tlaquiltenango ayer durante la mañana y la tarde. No obstante, culpó al gobierno federal y estatal de provocar estos actos, por su forma de gobernar, siempre de espalda a la ciudadanía.
Entrevistado en el acto, José Martínez Cruz, presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDHM), manifestó que todo apunta a una estrategia del gobierno para desviar la atención de hechos de mayor trascendencia, como la petición de renuncia del gobernador y el juicio político.
Asimismo Martínez Cruz indicó que “es muy claro que en la situación actual, el movimiento que sigue la lucha de Jaramillo, su ideología y la reivindicación de las causas obreras y campesinas, no está llevando a cabo ningún tipo de acciones individuales como las ocurridas esta madrugada; y esto al contrario, abona la perspectiva que ha estado planteando el gobernador de que hay nidos de guerrilleros en Tlalnepantla” y recordó las palabras del jaramillista y zapatista, Félix Serdán, en el sentido de que la lucha por un mejor nivel de vida en México, actualmente se realiza por vías pacíficas.
Indicó que en la actualidad, la forma que la sociedad ha adoptado para manifestarse es la movilización de masas, lo cual es “totalmente claro” y reiteró que “se me hace extraño que una acción de esta naturaleza la reivindiquen a nombre de un movimiento jaramillista, que no acostumbra usar esta clase de métodos. Hoy aquí está la gente que se ha manifestado año con año bajo las mismas condiciones, de manera abierta, pública y pacífica, expresando ideas, propuestas y programas”.
Recordó que Rubén Jaramillo tomó las armas después de un fraude electoral y de una persecución en su contra y que nunca llevó a cabo una acción aislada, sus acciones siempre fueron en masa, “eso fue lo importante”.
Consideró que esta es la estrategia que utiliza el gobierno, distorsionando las cosas, como sucedió con Tlalnepantla, “para después perseguir movimientos sociales y detener a gente que lleva a cabo una actividad pública”. Para concluir, consideró que “esta situación generará más incertidumbre e inconformidad contra el gobierno de Sergio Estrada Cajigal”.
Por su parte, Plutarco Emilio García Jiménez, dirigente de la Unión de Pueblos de Morelos y miembro del movimiento El Campo no Aguanta Más, señaló que durante 24 años que se ha tratado de recuperar la historia regional sobre la lucha de Jaramillo y los valores que legó, e indicó que las demandas son claras: la mejora de condiciones económicas y de trabajo al campesinado y dijo que “siempre lo hemos hecho en forma pacífica, por lo tanto estas formas (de manifestación) de las que nos hemos enterados, nada tienen qué ver con el trabajo que hemos venido realizando las diferentes organizaciones sociales”.
El líder campesino mostró su desacuerdo con los estallidos, y señaló que hay que ver el fondo de las acciones, diversas causas que dan lugar a estas formas de manifestación como “la política gubernamental, la devastación del campo mexicano, la injusticia y la impunidad”.
Por su parte, Armando Soriano Jiménez, miembro de la coordinadora estatal de pueblos y organizaciones sociales del sur de Morelos, calificó el caso de los estallidos, como “un acto desesperado del gobierno”, tanto federal como estatal, pues “no halla cómo parar el descontento de la gente y trata de crear condiciones para iniciar la cacería de brujas”. Asimismo comentó que es una situación tan burda como la afirmación de que en Tlalnepantla era un campo de entrenamiento de guerrilleros, “lo que va a ocasionar es que la gente se irrite más, situación que en un momento dado, ya no va a poder controlar”.
Por otro lado, diversas organizaciones sociales de campesinos, estudiantes, profesores, cooperativistas, entre otros, rindieron homenaje a Rubén Jaramillo, con una marcha de Jojutla a Tlaquiltenango, donde depositaron una ofrenda floral en su tumba y la de su familia, asesinada el mismo 23 de mayo de 1962.
En el acto, leyeron algunos discursos y dijeron algunas palabras, para después finalizar con un mitin en el zócalo. Cabe destacar que por primera vez, el ayuntamiento de la localidad abrió espacio en sus pasillos para dar a conocer una exposición sobre la vida y obra de Jaramillo, la cual fue inaugurada por los ex guerrilleros, Félix Serdán y Cirilo García. También por primera vez se izó la bandera a media asta.

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