miércoles, julio 27, 2005

Tiempos modernos

La procuraduría debe ir al fondo

Jaime Brito


Lo dado a conocer ayer por El Regional del Sur en una nota incompleta, sobre la violación tumultuaria, según los primeros datos, a una empleada del Congreso local por parte del junior de conocido escritor de libros chatarra, es sin duda una prueba más de que cada cual hace lo que se le pega la gana en un país en el que la impunidad es reina.Y decimos que es incompleta la nota, porque la casa donde ocurrió la fiesta en la que ocurrió la violación o de la que sacaron narcotizada a la joven ultrajada, no se tiene claro, pertenece al diputado y líder del Partido Verde Ecologista en Morelos, Faustino Javier Estrada González. Otro junior, por cierto.Desde la noche del domingo se desplegó una estrategia para intentar ocultar la información respecto a este caso. No trascendió más allá de los corrillos de las redacciones, pero se olvidaron del regio. El asunto no trascendió en La Jornada Morelos, puesto que la nota roja sólo figura en nuestras páginas cuando tiene alguna relación con la política o la sociedad. Por eso no les preocupamos.Miguel Angel Cornejo de la Peña es hijo del escritor de libros de “superación personal”, Miguel Angel Cornejo Alatorre. Según la información con que contamos, fue dejado en libertad bajo los reservas de ley. A pesar de que a todas luces el delito es grave, tal parece que las presiones sobre la joven ultrajada, facilitaron la salida del junior del “si quieres puedes”.En un estado donde aparecen mujeres violadas y asesinadas es necesario que la procuraduría de justicia no deje de lado la investigación de un hecho tan grave. Aunque a las autoridades no les parezca “alarmante”, sino nada más “preocupante” el índice de delitos contra las mujeres, debe detenerse la inercia del reino de la impunidad. No hay de otra. Aunque estuviera involucrado el diputado Javier Estrada González, lo cual debe desprenderse de las investigaciones que realice el propio Ministerio Público.Lo que sí preocupa es que en un caso como éste, en el que se observa, se movieron intereses importantes, económicos y políticos, para intentar que la nota se dejara pasar, no se llegue a una conclusión apegada a derecho. Por ello la Procuraduría debe apegarse al marco jurídico. En caso contrario, su poca o mucha credibilidad, se irá a la basura y lo demás será discurso.

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