sábado, julio 30, 2005

Repaso

El PRI está vivo, pero de cabeza

Carlos Gallardo Sánchez

El Revolucionario Institucional en Morelos demuestra vigor en su proceso interno para renovar la dirigencia estatal. Sólo que tanta energía, tanto empuje, tantas ganas de competir, lo pusieron de cabeza y ante los últimos acontecimientos sobre la anulación o no de la candidatura de Guillermo del Valle Reyes, puede ocasionar que se den riesgosas marometas y finalmente terminen todos mareados y sin brújula. Ya veremos qué sucede.

La férrea disputa por apropiarse de la legitimidad, ha convertido a los contendientes priístas para dirigir ese partido en fieros críticos de sus oponentes. Por más que intenten entablar un diálogo civilizado cuando algún asunto los enfrenta, la verdad les resulta imposible lograrlo.
El lado bueno de ese remolino en el que tienen convertido su proceso, es que demuestran que el Revolucionario Institucional está vivo, que lo integran individuos confiados en su fortaleza y que, sin duda, esperan que el futuro les sea propicio para reconquistar el poder perdido.
El lado malo es que pueden llegar a extremos inconcebibles, que obviamente los descalifica ante la opinión pública, con tal de sacarle ventaja al rival para obtener el triunfo a como dé lugar. Un hecho palpable de lo que afirmamos es la controversia acerca de si Guillermo del Valle Reyes cumplió con los requisitos establecidos en la convocatoria para participar en la contienda.
A simple vista pareciera que sus oponentes, en particular Francisco Moreno Merino, le quiere ganar en la mesa, porque sabe que en las urnas lleva todas las de perder. Pero también el argumento de los rivales de Guillermo del Valle es que toda la estructura partidista la tienen a su favor, en virtud de que durante los cuatro años de hegemonía mariselista, está aleccionada para darle la victoria a quien la brava mujer de Axochiapan les indique.
Si a todo ello se le suma el desaseo o la negligencia de quienes tienen la obligación de cuidar los trámites que deben aprobar los candidatos para participar en las elecciones internas, veremos que la jornada que tienen enfrente puede degenerar en turbiedades que pueden llegar a los enfrentamientos.
Véalo de este modo: Moreno Merino presenta un documento oficial del congreso federal, en el que se informa que Del Valle Reyes no goza de licencia alguna, lo que le impediría participar en la próxima jornada dominical. Moreno Merino no inventó las cosas en ese sentido. Pero también Guillermo del Valle presentó su solicitud de licencia. Tampoco miente. En consecuencia el desbarajuste no es culpa de ambos, sino de las grietas que se abren en las instancias donde todo debería controlarse.
Si no fuera eso suficiente, ocurre que la comisión de elecciones o como se le llame, cuyo titular es el dinosaurio Jorge Trade Nieto, avaló que Guillermo del Valle Reyes cumplía con todos los requisitos establecidos en la convocatoria, al igual que sus oponentes.
A Trade Nieto es tarugo o es perverso o le tuvo miedo a Del Valle Reyes porque desde un principio debió informarle que le faltaba la constancia escrita de la separación de su cargo. Pero no lo hizo. En consecuencia Del Valle Reyes recibió la autorización para participar.
Al momento de escribir esta columna no sabíamos cuál era la decisión que a nivel nacional tomó el PRI para el caso Morelos. Si deciden que la jornada del domingo se lleve a cabo como está determinado, creemos que arderá Troya o que, finalmente la interpretación de Guillermo del Valle es legítima. Si por lo contrario se elimina al que parece ser el más fuerte aspirante a la presidencia del priísmo morelense, esa decisión podría generar hechos violentos o divisiones insalvables en los militantes de dicho partido.
Pareciera que lo más razonable es posponer las elecciones internas e intentar que todos los competidores en esta carrera de obstáculos y trompicones calmen sus ansías. Lo más recomendable es que todos puedan contender y que sea en las urnas donde se decida quien es el nuevo líder estatal del PRI. Sacar de la jugada a uno de ellos acarreará más daños que beneficios.
Ya nos enteraremos qué decidieron en México sobre este asunto que se calentó de manera imprevista. Y si lo dejan arder más de la cuenta, damos por probable que muchos saldrán tatemados.

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