viernes, mayo 27, 2005

Breví@rio…



PRI: ¿sucesión o secesión?


Miguel Angel Provisor

Las reglas del juego están dadas para la sucesión en la dirigencia estatal del PRI que encabeza Maricela Sánchez Cortes; será una consulta abierta a la militancia que augura una contienda dispareja para la mayoría de los que aspiran a convertirse en el nuevo dirigente, algunos de los cuales se han descalificado hasta el cansancio, haciendo del previo un proceso desgastante que ratifica las fracturas que existen y la lucha entre los grupos políticos que militan dentro del que quiere regresar a ser la aplanadora electoral para el 2006.
Y es que para la mayoría de los que se apuntaron el método no les favorece pues su bastión político es limitado, ubicándose bien en alguna región geográfica del estado o en algún sector del partido tricolor, por lo que en esas condiciones la consulta a las bases es ya misión imposible, no así para no más de dos, entre ellos el grupo que encabeza la actual dirigente cuyo candidato, el diputado federal Guillermo del Valle, debe considerarse el competidor a vencer.
Por ello, para quienes advirtieron que la política de las alianzas es una alternativa y han avanzado en ese sentido, saben que sus posibilidades para llegar a dirigir al PRI dependen en buena medida de sumar votos de los bastiones que dicen tener. Manuel Martínez Garrigos y Mario Luis Salgado, por ejemplo, unen lo que puede operar en Cuernavaca aquel y lo que puede rescatar éste del sindicato magisterial que hace poco dirigió.
Por su parte el polémico diputado Gustavo Rebolledo declinó, como se sabía, a favor del proyecto de Maricela Sánchez y Guillermo del Valle, quienes además de ser los menos alcanzados por el fuego cruzado que la contienda ha desatado entre varios aspirantes, tienen como principal ventaja el de sostener cierto control en la estructura territorial del partido en varias regiones del estado.
Jorge Arturo García Rubí no vaciló en apuntalar un proyecto que de inicio pretende aglutinar simpatías de varios militantes distinguidos, que si bien en su momento contaron con seguidores, hoy varios salen a escena tras varios meses o años de inactividad política y escasa presencia dentro del mismo partido tricolor.
Apostándole a su trayectoria política dentro y fuera del PRI, varios aspirantes más han decidido jugársela solos, hasta ahora. Francisco Moreno Merino, el ex delegado del IMSS podría contar con una parte del apoyo de los sectores obrero y del magisterio, de acuerdo a los pronunciamientos que dirigentes de éstos han realizado, pero no ha buscado un acercamiento con otros aspirantes para establecer alianzas.
De cualquier forma, la elección del nuevo Comité Directivo Estatal del PRI será un proceso en el que por ahora no se percibe como resultado final el fortalecimiento de la unidad de sus militantes, por el contrario, el riesgo de que la división crezca es latente.
Gane quién gane no contará con la aprobación, la simpatía y el apoyo de todos los grupos que conforman el mosaico de intereses y deseos dentro del partido, por lo que el proceso de cicatrización, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, será lento e incompleto. Así ocurrió antes del 2000 y antes del 2003 y el PRI vio las consecuencias en las urnas electorales. Hoy todo indica que la historia parece que se repetirá para el 2006.
Así pues, los priístas parecen no haber aprendido la lección...

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