sábado, febrero 26, 2005

En Tequesquitengo, sufre agresiones una ayudante


HUGO BARBERI RICO

JOJUTLA, MOR. Nicolasa Monge Trujillo, ayudante de Tequesquitengo, sufrió un atentado por parte de sus vecinos, por lo que estuvo a punto de perder la vida.El pasado 7 de febrero, la ayudante fue agredida por Imelda Martínez Robledo y Arira Cortés Martínez, madre e hija, quienes se abalanzaron en su contra y le rosearon ácido y cloro en los ojos; además, la golpearon y patearon, al momento en que salía de la casa de una de sus vecinas en la comunidad de Tequesquitengo.En entrevista, Monge Trujillo informó que continúa el acoso diario por parte de las agresoras y los familiares de éstas, quienes estacionan su automóvil muy cerca de la entrada de su casa, le toman fotografías, imágenes en video y la insultan, amén de las amenazas de muerte que recibió antes, durante y después de la agresión física.Explicó que el esposo y el yerno de Martínez Robledo, principal agresora, Andrés Cortés García y Javier Hernández Bahena, respectivamente, la acosan constantemente “con la intención de provocarme”, aun con la presencia de la policía municipal, elementos que resguardan a la ayudante durante la noche.Recordó que al iniciar su denuncia penal, el día de la agresión “no fui atendida correctamente. La Ministerio Público (MP) se negó a levantarme la denuncia al hospital. Yo estaba herida con una costilla estrellada (…) me llevaron los policías municipales y rendí mi declaración, con unos dolores intensos y se le rogó a la MP que me atendiera antes que a los que hacían antesala, sí lo hizo pero se negó a atender a mis testigos que estaban en esos momentos”.Añadió que por falta de un especialista no se determinó con claridad el dictamen del médico legista, “me mandó con un especialista para que luego yo hiciera un reclasificación de lesiones”.En torno al acoso, afirmó que familiares y agresores “como se sienten perdidos por la acción, ya que mucha gente se dio cuenta que fue premeditado, me estuvieron esperando desde temprano”, aun el día 11 de este mes, Andrés Cortés, esposo de Martínez Robledo, “fue a patearme la puerta, con pistola en mano (acompañado de) cuatro sujetos que llevaba en una camioneta blanca. Se paró en mi puerta. Me encerré en el baño y le llamé por teléfono a los policías municipales y judiciales y fueron. Lo revisaron a él y a su camioneta, pero el arma ya la había guardado en su domicilio”.Expresó que “yo no me siento segura, ni en mi casa, porque ellos en cualquier momento pueden consumar la amenaza, porque se les ve una actitud de agresividad, no están arrepentidas de lo que me hicieron. Tienen un constante odio a mi persona, que manifiestan pasando por mi casa provocándome”.Señaló que el asunto tiene un fondo político, ya que la agresora participó hace seis años en la destitución del ex ayudante José Luis Rayo Armenta, acción que amenaza, también hará con ella.

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