martes, enero 25, 2005

Atentado fallido contra el alcalde de Tlaquiltenango:


HUGO BARBERI RICO

TLAQUILTENANGO, MOR. El alcalde Roque Molina Salgado, afirmó ayer haber sido víctima de un atentado fallido, al salir de su domicilio ubicado en la colonia Los Presidentes de esta cabecera municipal.En entrevista con los medios de comunicación, Roque Molina detalló con voz entrecortada y nerviosismo, que minutos antes de salir de su domicilio, alrededor de las ocho de la mañana, vio a un sujeto que se le acercó y de su pantalón sacó un arma de fuego con la que lo apuntó al pecho y trató de accionarla: “pero se le embaló (...) yo me metí rápido a mi casa para sacar mi pistola y cuando regresé corriendo ya no estaba”, detalló.Dijo que uno de sus vecinos que lavaba su automóvil se dio cuenta de los hechos e, incluso, le advirtió de los hechos: “Lupe cúbrete” y fue cuando aprovechó el error del presunto sicario, al que detalla como “un tipo bien parecido, como costeño y bien vestido, que me estaba esperando”.Señaló que es común que al momento de salir de su domicilio, haya gente que lo esté esperando para plantearle problemas que posteriormente resuelve en la presidencia municipal, sin embargo, cuando se acercó y le dijo que en qué le podía servir, la respuesta inmediata fue sacar el arma de fuego.Por los hechos relatados por el alcalde, fue visitado por dos agentes de la policía Ministerial y personal de la Subprocuraduría regional, quienes tras iniciar la averiguación previa JO/2ª/137/05-01, realizaron una inspección ocular en el lugar de los hechos al filo de las once horas; e incluso la policía municipal instaló una guardia de dos elementos en el domicilio de Roque Molina.Entrevistado en la oficina de recepción de la presidencia municipal, el alcalde dijo atribuir el hecho a los rencores políticos, ya que como es del dominio público, él se cambió del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Verde Ecologista (PVEM) y de éste a Acción Nacional (PAN).Incluso, afirma que desde hace varias semanas se habían intensificado las llamadas telefónicas a su domicilio para amenazarlo. En este sentido, es preciso destacar que a finales del año pasado, fue cuestionado en el programa de radio local de Fernando Ojeda, sobre el por qué daba protección personal con la policía municipal a su hijo y él respondió que en razón de amenazas que había recibido vía telefónica, “algunas son de teléfonos públicos que no las podemos detectar”, precisó.-¿Amenazas de qué tipo? –Se le preguntó.-Algunas políticas y algunas de muerte. –Contestó.-¿La es voz de mujer u hombre?-A veces se oye como grabado, pero siempre de hombre. Sólo me dicen cuídate, vamos por ti.-¿Le dio parte usted de esto en su momento a la judicial?-No, nada más lo comenté en la entrevista con Fernando Ojeda, pero no tengo enemigos (…) pero ya le corresponde a la policía municipal o a la judicial seguir el caso.Adelantó que pondrá más seguridad a su familia “a mis hijas, a mi esposa y obviamente yo, que también me sé cuidar con arma, con más precaución, porque vamos a estar alerta”.Sobre los hechos, precisó que “acostumbro salir al ayuntamiento antes de las ocho de la mañana. Dos minutos antes de las ocho salí (…) había una persona como de 1.70cm (de estatura), bien parecida, vestía camisa de manga larga de color azul, pantalón gris, de aproximadamente 40 años, tez morena, tipo costeño, pelo muy corto y peinado. Abrí el portón, saqué mi camioneta y la dejé encendida. Obviamente hay mucha gente que va a la casa a pedir apoyo o consejo, entonces pensé que era una gente más, pero resulta que no, sacó su arma tipo escuadra, apuntó a mi pecho, pero se le embaló y es por eso que estamos aquí, contándola (…) no mencionó ninguna palabra (…) volvió a cortar cartucho. Yo quise dar la vuelta para entrar por el otro portón (de su vivienda), pero antes un vecino mío lavaba su camioneta y yo estaba en medio casi y le grité ‘Lupe cúbrete’ y me metí a la casa de ustedes por un arma que tengo ahí, para cuando menos no me agarren sin nada”Cuenta que llamó a la policía municipal, quienes no lograron nada. Pese a que las primeras versiones apuntaban que el presunto sicario se fue en un taxi de Jiutepec con otra persona, Roque Molina señala “yo no vi ningún vehículo, ningún gente más. El agarró hacia el Oriente, hacia la calle Manuel Avila Camacho”.Dijo que no lo identifica, no es del rumbo, “si lo hubiera conocido ya estuviera yo tocando su puerta (…) fuera otra cosa”, su vecino, se dio cuenta de todo, “él lo vio, que estaba desde las siete de la mañana ahí”.Aunque no lo atribuye a un intento de homicidio con fondo político, señaló que a partir del registro de su planilla al Verde Ecologista “empezaron las amenazas. ¡Vaya! Y conforme el tiempo fueron cesando, pero creo que hoy la iban a cumplir, pero finalmente no”.

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